marzo 17, 2010

Segunda opción

Desnúdate. Recuéstate en la cama abriendo brazos y piernas. Estírate, respira en profundidad. Levanta tu mano que más usas y pásala encima de tu frente, recorre rozando la nariz y labios, sigue al mentón y baja al cuello. Detente ahí, por sobre la garganta. Abre toda la palma de tu mano. Toma con autoridad el cuello. Presiona contando mentalmente: 1... 2... 3... 4... 5... hasta diez, si puedes. Entonces probáblemente te desmayes. Como lo sabes, estarás conciente de ello. Así puedes volar un rato, hasta que alguien venga a despertarte o tú mismo te pellizques tan fuerte que salga sangre (en tu mente).

 

marzo 16, 2010

Hablamos

Y nos hablamos y no nos entendemos... 

Primera ocasión en que pienso que no aprendí nada en el taller de expresión oral (y escrita). 

Ante este callejón sólo queda volar.

Yo lo hago así: Cierro los ojos y respiro muy profundamente. Lleno mis pulmones y mi panza de aire. Comienzo a contar: 1... 2... 3... 4... 5... hasta 10. Exhalo y cuento: 1... 2... 3... 4... 5... hasta 10. Luego hasta 20.

Pronto se va sintiendo que el cuerpo no pesa y si te dejas llevar, vuelas.

marzo 13, 2010

Yo no te pido

Su nombre es Brenda


Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.

Yo no te pido que me firmes
diez papeles grises para amar
sólo te pido que tú quieras
las palomas que suelo mirar.

De lo pasado no lo voy a negar
el futuro algún día llegará
y del presente
qué le importa a la gente
si es que siempre van a hablar.

Sigue llenando este minuto
de razones para respirar
no me complazcas no te niegues
no hables por hablar.

Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.

M. Benedetti