agosto 31, 2009

Anoche me despertó un ruido

Según pude reconocer, era un tejón. No lo comprobé porque el patio de atrás donde estaba el animal, estaba en completa oscuridad. Allá, en el jardín hay muchas plantas en macetas, cubetas, bolsas, botes y lo que sea. También cubren de sombra cuatro árboles de mango, dos nísperos, un aguacate, una palmera, un hule, un tabachín, una jacaranda, un guayabo, un naranjo, un mandarino, una granada y un mamey. De cuando hicieron esta casa, seguramente que nadie imaginó hacer tantas divisiones. Los árboles quedaron en medio y los lados cubiertos de plantas: bugambilias, tulipanes, alcatraces, pensamientos, y muchas que no sé sus nombres. La humedad que se mantiene en esta parte de la casa (y debo decir, de la cuadra) genera mosquitos, hormigas, y en general, muchas alimañas. La mini huerta que compartimos las cinco casas nos provoca, además de muchas frutas, muchos problemas como cuando encontré una familia de lagartijas viviendo entre mis almohadas; o cuando las palomas anidaron en mi techo y tuve después, una colonia de piojos viviendo en mi ropero. En general, a todos nos dan problemas porque obstruyen el drenaje, rompen los cables de luz, se comen nuestras despensas, ensucian nuestros sillones, nos asustan por las noches y además, hace tiempo que no nos permiten entrar a la mini huerta. Yo no me asomo siquiera.
Cerré la ventana y quise seguir durmiendo. Un mosco se acercaba temerario hasta mi nariz. Encendí la luz muy a la fuerza, pero determinado a acabar con el intruso. Después fue una lagartija, de las besuconas. Del otro lado, el conductor de un auto no miró a tiempo el tope y terminó por hacer un escándalo al volárselo. Y a lo lejos, el maullido de los gatos, ladrido de perros y hasta algún desvelado escuchando corridos peronés. Definitivamente tenía insomnio. Un vaso con agua. Contar hasta cien. Música suave, un poco de jazz, siento comezón en la espalda, luego en una pierna. Tengo calor y me quito la camiseta. Una vuelta, dos, me revuelco. Mis ojos no se cierran. Ya no escucho ruidos, sólo mi corazón, mi respiración. Por mi mente cruzan imágenes de soledad, como pinturas de Remedios Varo, siempre me provocan soledad. Entonces recuerdo lo solo que estoy; hace tiempo que no viene nadie a visitarme. Me he vuelto un tipo demasiado serio, distraído, ensimismado, retraído. Ya no siento ganas de platicar con nadie, me aburro. Me viene un tedio tremendo de estar escuchando a las personas... Nadie dice algo nuevo o por lo menos interesante. Vivo sumergido en un clima de mediocridad donde me hundo sin opciones. Nada va a cambiar porque ya nada importa. Pensé que era una racha de mala suerte, pero ya han pasado 12 años. Hace tiempo que no me apasiono, quizá ya no vuelva ese sentimiento. No conozco una mujer que me guste suficiente como para sonreír. Y yo, aunque pudiera gustarle a alguien, mi carácter ha sido pasado por limón y cada día más agrio. En seguida me desprecian, me ignoran. Tal vez estoy más encorvado; siempre tuve mala postura, pero los años han hecho lo suyo. ¿Qué pasaría si en esta oscuridad, en este silencio, en esta soledad, muriera? Absolutamente nada. Pienso que alguien lo notaría sólo por el olor a carne descompuesta. Aún así, evitarían notar mi ausencia, lo sé.
Nunca salí del país. No viajé suficiente. De joven me gustaba salir a cualquier ciudad. Los viajes ilustran, decía mi padre. Se terminó mi juventud y con ella, mis ánimos. La única vez que amé, me comporté como un tonto y dejé que ella se fuera. No hice nada por alcanzarla. Después de eso, mi vida se fue apagando. No tuve hijos, abandoné a mis padres. Siempre dije que mi trabajo me mantenía ocupado en esta ciudad, aunque la realidad es que me daba mucha vergüenza que conocieran mi miseria. Creo que hasta mi madre se olvidó de mí. El día que terminé mis estudios en el instituto, junto a mis compañeros de clase, me sentía en la cima del mundo, con todo lo necesario para conquistar el reino. La suerte nunca me miró. Las puertas se fueron cerrando poco a poco, hasta que terminé aquí, en este cuarto rentado, perdido, habitando con personas desconocidas, indiferentes, miserables como yo. Ni siquiera he sido capaz de hacerme de un televisor, a veces, ni siquiera tengo comida. Las pocas cosas que hay aquí, ya estaban cuando llegué. Me quedé sin amigos y sin nada. Incluso ahora que estoy en esta oscuridad, siento que también pierdo el aliento. Si muriera, nadie lo notaría. En realidad, hace tiempo que estoy muerto.

agosto 28, 2009

Ni cercas ni mares ni largos años

Así dice Silvio Rodríguez, que pronto estará nuevamente en el Auditorio Nacional.
Digamos que me equivoco. Entonces borro lo que escribí. ¿Diríamos entonces que cambiamos la historia? Esto fue escrito en un foro informal sobre si el pasado se puede cambiar. Hace unos días conocí a alguien con quien he borrado el pasado. Aquí está más complicado. ¿Cómo borras el pasado que no existió?

De dos horas, saco tres vueltas de pensamientos respecto de la sensualidad de su boca, de su mirada, de su voz, de su cabellera y de su cuerpo, o más bien del conjunto, que abre las posibilidades.

Estos pensamientos retumbaban mis oídos mientras leía en un diario viejo una noticia sobre desempleo. Cada día es más defícil encontrar un empleo, sobre todo cuando intentas vivir con tu título de Saltador Cuántico del Tiempo.

Así que después de terminar la nota y deprimirme, decidí volar con el humo del tabaco y alejarme con las notas de Garden de Pearl Jam... Pero pronto desperté. Tocaron la puerta. Me asomo medio cuerpo por la ventana pensando que es Pablo, el vecino de junto que me invita a comer cada dos o tres días.

Es él, o al menos su espalda. Busco cualquier camiseta para evitar una imagen de haragán cuando abra la puerta. Bajo los escalones hasta tomar la manija con la mano izquierda. Paso una última revisión a mi cabello y abro la puerta.

El dolor me viene más fuerte cada vez que quiero abrir los ojos. Dice el médico que no podré tener una vida normal, que muchas cosas cambiaron ahora. Pablo murió instantáneamente, al menos no tiene que estar aquí para intentar abrir los ojos.

Mi pregunta es: ¿Se habrá enterado Pablo de su muerte?

Aquí es donde hago consciente lo inconsciente: Digamos que me equivoco. Entonces borro lo que escribí. Y ella vuelve a aparecer. Con su cabellera, su boca, su voz, su mirada y su cuerpo, con todas las posibilidades que implica.

¿Diríamos entonces que cambiamos la historia?

Silvio, vamos a cambiar la historia. Frente a los prejuicios se ven hermosos y dicen que al fin nunca llegan tarde para que un amor los haga dichosos y así dan cuenta de un buen amor.

agosto 26, 2009

Invento de una historia


Para esta historia, utilizaré "Artefacto" de Gustavo Cerati:

Compré una planta de Tulipán para mi mesa. Apenas tenía dos botones, sin flor. Me recomendaron darle dos horas de sol por día.

Y todo iba bien entre nosotros, hasta que comenzó a ser caprichosa. A veces, me pedía más sol, aún sabiendo que no sería lo mejor para ella. Lograba manipularme. Yo fui dulce con ella, para que ella adornara mi mesa con la dulzura de su aroma.


Dame algo dulce, nena
Suelo volverme amargo
Quiero tenerte así por horas... y horas.
No es una charla de computadora.


Decidí no ser tan consecuente. Incluso me atreví a decirle que se relajara, que el universo no giraba a su alrededor. Se marchitó. Volví a ser dulce y le di más sol, o agua, o nutrientes, según como ella me pidiera.


Es un presagio más feliz.


Volvía, al cabo de unas horas, a darme su dulzura. Se animaba, cobraba color, hasta se movía ligera y graciosa con el aire que venía a visitarnos cuando dejábamos la ventana abierta.


Mundos imaginarios
Están flotando en el aire
pasan por nuestros cuerpos
ecos de mil radares.


Así íbamos y pasaron los días. Teníamos algunas fricciones como cualquier pareja que cohabita. Al parecer, ambos habíamos aceptado la situación y seguir siendo felices.


¿Cuánto te afectan?
Nadie lo sabe
Ningún engaño
Te hace feliz.


Hasta que ya no entendí si éramos felices o sólo habíamos inventado esta historia para pasar el rato.


Es un presagio más feliz.


Esto nos es un invento
Para pasar el rato
No hay ningún artefacto
Que sea visionario.


Así que tomé una decisión. La devolví a la florería para cambiarla por un ramillete de Flores de Azahar.

http://www.youtube.com/watch?v=VXYC3R6tkY4

El placer precede a la muerte/vida


Nunca estuve muerto para comprobarlo. Tampoco recuerdo tanto en el pasado para describirlo. Un día, en los tiempos de estudiante universitario, tenía sólo algunas monedas y mucha hambre. Resolví comprar un paquete de galletas "Deliciosas" y un litro del refresco más barato. Con eso tendría todos los valores nutricionales diarios recomendados por el Instituto Mexicano de la Diabetes. De postre, un cigarro sin filtro. De ambiente, una selección de 6 temas absolutamente demoledores: "Mojado" de La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio, "La Balada" de El Tri, "Viajero" de Banda Bostik, "A esa gran velocidad", de El Haragán, "¿Será por eso?", de Caifanes y "Dios salve a las bandas", de la Banda Bostik. Era tarde bohemia.


Así estaba cuando tocaron la puerta. Era Marce que venía a amarme.


Ante tal situación, Marce pensó que estaba deprimido y me exigió desahogarme. Aproveché para contarle algunos cuentos de jóvenes deprimidos que seguro terminarían muertos, en un mejor lugar. Marce se conmovía hasta con la(s) mirada(s) de una mosca.


Me abrazaba y me daba ánimos. También algunos consejos y promesas de apoyo. La besé. Entonces nos besamos y nos olvidamos de todo aquello. El aroma de su perfume ocultaba el sabor del exceso de azúcar en mi boca. Nos besábamos con mayor intensidad, cada vez más, y más.


Tanto nos besamos que decidimos tragarnos enteros. Había sido la relación sexual más placentera que cualquier cualquiera hubiese tenido en tales circunstancias. Queríamos que fuera eterno, pero había que terminar. La explosión nos permitió desintegrarnos hacia el cielo en polvo brillante. Poco a poco, conforme la respiración se relajaba, la brillantina caía sobre el suelo cubierto de las hojas rojas del otoño, para volver a formar nuestros cuerpos, muy poquito a poco. Yo ya estaba terminado cuando, un viento entró muy fuerte por la ventana y se llevó el polvo de Marce. No logró reintegrar su brillantina.


El placer precede a la muerte/vida.


Ahora, observa y escucha el siguiente video: http://www.youtube.com/watch?v=n_4sCm3dirs

Una manzana para Adán


Escuchando una canción de Tintán, me acordé un viaje que hice hace unos pensamientos hasta la tierra de una querida amiga, de la caul, ya no soy amigo. "Yo era un pachuco hidalgo, quiero decir, un hidalgo de Pachuca, Hidalgo". Esa mañana fría en la ciudad mexicana de los vientos, desperté sin ganas de levantarme. Bien quería quedarme entre las sábanas a disfrutar el clima. Pero no. Me levanté (a eso había ido), encendí el televisor para escuchar las noticias del día... Una manzana al día, es un día más de vida, aseguraba una doctora con su bata blanca y con autoridad.

Helga es una mujer de 23 años. Es asistente de la Delegada en este estado, de una institución federal. Es delgadita, delgadita. Linda, aunque algo distraida de mí. La primera vez que nos vimos fue porque entré a la oficina donde trabaja, perdido, buscando información. No recuerdo qué más pasó, sólo recurdo su boca moviéndose diciendo algo de poca importancia.

Salí del hotel sabiendo que la vería. Llegué y miré alrededor, para saber quiénes estaban en el evento, apuntar todos sus nombres, buscando los mejores ángulos para observar la escena, las mejores fotografías, pero sobre todo, tratando desesperadamente de encontrar sus hemrosos ojos claros.

Su pelo largo, lacio, negro, siempre está sujeto para dejar su rostro inmaculado. Su boca es la parte que más me gusta, aunque quizá sea también la parte que más me pueda hacer daño. Al fin, después de cinco discursos, dos compromisos firmados, tres chistes involuntarios, y algunas toneladas de aplausos huecos, los funcionarios federales, los estatales, los municipales, las organizaciones de la sociedad civil, los civiles desorganizados y los ejemplares representantes de los medios informativos, tuvieron a bien marcar la hora dle receso.

Helga seguía distrída de mí, pero la palabra de dios estaba de mi lado.

Una señora muy amable (a manera de chisme, cuento que Doña emitía un extraño seseo en sus expresiones), había caído rendida ante mi encanto natural. Es decir, nos caímos bien y pronto me decía: "acércate para que te tomes un cafecito", o "¿ya probaste las galletas?". Según recuerdo, estaba hambriento porque habían pasado horas desde que comí la fruta en el hotel. Moría de hambre, pero mi responsabilidad informativa no me permitía buscar el sacrosanto alimento. El rechinido de mis tripas me evidenciaba.

En una de esas, Doña amable conversaba con Helga. Doña sacó dos manzanas de una bolsa de tela que quién sabe dónde había disimulado por horas. Le dio ambas a Helga e hizo una ademán hacia mí, mientras yo me hacía el ciego.

Helga venía caminando a mí. Me cae que hasta las rodillas me temblaron. Me había pasado la mañana buscando su mirada sin pretexto, con frustración porque no tenía palabras para ella. Sentí el hueco en el estómago aún más profundo porque no sabría reaccionar a lo inminente.

¿Cómo iba a rechazar el ofrecimiento de esta Eva tan hermosa, aun sabiendo que moriría por mi singular alergia a la manzana?

agosto 19, 2009

Ejercicio


En la barra de búsqueda de Google escribí "Christopher se siente" y éstos fueron los resultados:

1. Con la ciudad desierta, Christopher se siente capaz de salir al exterior, entrar a una tienda y comer sus dulces favoritos, que creo que son los Smarties, ... (otro desorientado como yo).

2. Definitivamente es en el arte donde Christopher se siente como pez en el agua y otra de las facetas que pretende explotar es la literatura. ... (debe ser maldición del nombre).

3. Christopher se siente aliviado, por un momento creyó que sus planes no podrían realizarse. David se acerca a él y le pregunta quién es. ... (David? será el rey?).

4. Christopher se siente ya muy borracho, excitado no le importa nada de lo que acaba de oir nada solo desea a esa mujer. ... (esto sí se refiere a mí, jaja).

5. Christopher se siente inmediatamente atraído por Marisa. Suponiendo que ella es una huésped más del hotel, le pide que les acompañe durante el paseo. ... (lástima, no conozco ninguna Marisa).

6. Christopher se siente triste al tener que despedirse de ella en el último tramo del camino, que hacemos por camioneta hasta nuestro hotel en la Bahía de ... (cuál bahía?).

7. Así pues, a los treinta y cuatro años, Christopher se siente solo y desea la compañía de una mujer, una esposa para compartir su pequeño imperio. ... (jaja, compondré una canción que se llame "when I'm 34"...).

8. Caso de debate Christopher se siente asustado por algún motivo en concreto, por lo que se recomienda ... (qué! qué! qué se recomienda!!).

9. Christopher se siente muy a gusto con Toby su rata doméstica y con las matemáticas. La gente en cambio, le provoca confusión, ... (uy! es soy yo de niño).

10. "La Católica a través de su técnico tiene que definir quien será su primer arquero y en ese sentido, Christopher se siente capacitado para ser el número uno ... (exacto, la Católica es el mejor equipo de Chile).

Aquí temrinaba originalmente el ejercicio, pero agrego tres más que resultan ejemplares:

11. Con reflexiones como éstas, nos damos cuenta, no sólo de por qué Christopher se siente confuso, sino de por qué a veces no nos entendemos o de por qué, ... (el signo de la seorientación se lleva impreso en las piel del cristofer).

12. Christopher se siente ridiculo. Él siempre usa calzoncillos y ahora, usar esa indecencia no lo puede creer. Lo que hace uno por sexo... esta vieja le gusta jugar ... (ups!).

13. Christopher se siente superior por eso, me estoy sintiendo insoportablemente engreido por eso de ver como te retuerces en mis brazos de ver como vas y me ... (ufff! que tipo más pesado).

Hora de cerrar esto y mirar Band on the run del Paul McCartney.

agosto 17, 2009

Domingo

Mi amigo Domingo jamás imaginó en aquellos años de infancia, que yo lo recordaría después de diez años sin vernos, un día domingo en que miraba series en televisión. Domingo era un tipo del que no me interesaba saber nada. Es más, no recuerdo de él nada más que sus ojos chiquitos y nariz grande como armadillo y su nombre.

Lo recordé porque mientras miraba una serie en televisión, llegó a mi teléfono el mensaje de una mujer a la que amé. Domingo se encargó de presentarnos un día cuando por casualidad entré a la tienda donde el vendía refrescos. Ella me sonrió y dijo su nombre. Domingo parecía muy emocionado, recuerdo su risa y sus ojos pequeños queriendo crecer.

Después de eso no recuerdo nada de Domingo, pero ayer domingo, cuando leí el mensaje de mi ex amada, pensé en aquellos días de domingo en que ella y yo nos pasábamos las horas en una habitación de hotel, con comida y bebida suficientes, fingiendo que éramos una pareja de adultos y no adolescentes con ansias de amar.

Esos domingos en que nos hacíamos tantas promesas. Tú prometiste amarme para siempre; también no separarte de mí nunca. Claro, aún no sabías que te enamorarías después de otro chico. Prometiste estudiar una carrera, comer más saludable, ir a correr conmigo, pero sobre todo prometiste amarme.

Yo prometí amarte y no olvidar los domingos. Salud por mi amigo Domingo.

agosto 14, 2009

Me iré a vivir a un cuarto


porque la casa donde estoy ya es pequeña. No porque haya encogido, es que crecí. Busqué el más barato, el más cercano, el más grande. Resulta que también es el más iluminado y el que más está hecho para mí. La chica con quien hice el trato parece una buena persona. No creo que le importe mucho lo que yo haga, más bien son mis billetes. Pocos, pero igual de valiosos en cualquier parte del país.

La casa tiene dos entradas. En la primera es una puerta negra que da a unas escaleras a un segundo piso. Ahí es donde viviré. La segunda es un portón que se abre para que de día se convierta en tienda de abarrotes. Mi piso, el segundo, tiene una ventana a la calle y dos al patio trasero de la vecina. No tengo vecinos en los costados ni arriba.

La pared de la sala tiene una mancha que, según me dijeron, no se quita con nada, que debe ser algún tipo de resina, grasa o humedad que la pintura no cubre. Que no me preocupe, que no tiene consecuencias. Pero la mancha no se quita con nada. Ya lavé la pared con todo lo que se me ocurrió y nada. La pintura se deshizo al día siguiente de que la cubrí. Al otro lado de la pared no hay nada.

Es mi tercer noche en el departamento y no sé por qué me da tanta curiosidad esta mancha. No me la explico. Es grande, abarca más o menos medio metro de diámetro. Tiene ondas en tono café claro. En el centro se oscurece más. Anoche, sentí que la mancha se movió. Bueno, no como moverse, más bien como vibrar. Percibí una sensación de vibración mientras dormía. Debo decir que me quedé dormido en la sala mirando la mancha. Tiene algún efecto hipnotizante. Esa vibración debe ser de tanto verla.

Hace dos noches que ya no llego a mi cama. Esta vez, al salir de bañarme por la mañana, escuché un ruido que venía de la mancha. Me acerqué para verificar y pude ver por un segundo que las ondas en tono café en la blanca pared se movieron. Encendí el estéreo para relajarme con música, pero la mancha no me lo permitió. Al subir el volumen de mi aparato el sonido se vició lastimando mis oídos y los de muchos alredodor, seguramente.

Hoy fue la televisión. Simplemente no prende. Deber ser la mancha. De pronto, un viento entra por la ventana que da a la calle y derriba un florero con flores secas. El ruido no me sorprendió, pero sí las flores secas que volaron hasta la mancha y se quedaron pegadas a ella. Yo quise tomarlo con calma, pensando que esto debe ser el preámbulo a que se desvele la causa de la mancha. Encendí el último cigarillo que tenía y al arojar el fósforo hacia el piso, también voló hasta la mancha y junto con las flores se fue hundiendo en la pared hasta desparecer.

Saqué mi teléfono celular para tomar una foto de la mancha, pero un ruido que más bien era chillido salió de la pared y brinqué del susto. Mi teléfono se apagó, también mi cigarrillo y el viento agitó mi cabello hacia la mancha. Intenté darme vuelta y no pude dejar de mirarla. Mis manos no respondian a mis órdenes. Ni mis manos ni nigún músculo de mi cuerpo. Ni siquiera podía parpadear. Poco a poco el aire me arrastró hasta ella que abriendo sus fauces, me engulló sin que hasta el momento sepa a causa de qué estaba manchada la pared.

agosto 13, 2009

Folclor

Miraba por le ventana de la ruta, los tonos del cielo que estaba más cerca de las montañas de Tepoztlán, ahí donde comienza el corredor Ajusco Chichinautzin. Hay días en que hasta parece que lloverá, pero no, en esta ciudad no cae el refresco.

El cielo cubría suavemente las partes altas de las montañas, se volvía oscuro y profundo. Así se miraba a lo lejos. A lo cerca, pasaba junto a nosotros un taxi que en su cristal del frente tenía un leyenda "Además de naco, le voy a las Chivas". Y para que quede claro cómo peinsa el que va manejando, abajo estaba una calcomanía donde se leía: "Dios quiera que no sea este mi último viaje".

Así estaba completamente atento a estas manifestaciones de identidad y búsqueda de la razón fundamental, cuando se suben dos jóvenes a la ruta. Armados con una guitarra acústica, amenazaron con robarnos nuestro aburrimiento con sus cañonazos musicales. Lo curioso de estos muchachos de no más de 20 años, consistía en que no eran los clásicos artistas callejeros jodidos, ni ciegos, ni les faltaba ningún miembro (a simple vista), ni acababan de salir del reclusorio.

No, de hecho estos chicos no parecían conocer ningún reclusorio. Tampoco parecían conocer una escuela pública por dentro. Los más fresquitos que me puede imaginar. Camisa tipo polo de marca carísima, bermudas que parcían más caras que toda mi ropa junta, peinados como personajes de RBD, zapatos tennis muy chingones, relojes grandotes que dan la hora exacta, y con una soltura de carácter que todos nos mirábamos con ciertas preguntas.

Mis prejuicios no estuvieron errados. Inciaron una melodía de "Motel", luego otra de "Camila" y otras que afortunadamente, Emerson, Lake & Palmer no me permitieron escuchar. A mí me interesaba escuchar, al finalizar de su repertorio, qué choro mareador dirían para pedir dinero o si acaso, no pedirían la cooperación voluntaria. "Qué tal, buenas tardes. Como ven, nos somos grandes músicos ni los mejores intérpretes, pero hacemos nuestro mejor esfuerzo. Cualquier moneda que gusten regalarnos, será bien recibida".

Así, los fresquitos se llevaron unas monedas ante mi incredulidad de que alguien les diera dinero. Desde mi asiento, me imaginaba que estos mocosos tendrían en su familia más dinero que cualquiera de los que estábamos ahí. Al bajarse, uno de ellos pegó un salto hacia afuer con el bus en movimiento. Se le atoró la agujeta del zapato derecho en la puerta y su cuerpo dio un giro que lo mandó al piso de cabeza ante la mirada de su compañero músico. Guitarra en mano, gritó al chofer que se detuviera, pero fue muy tarde.

La cabeza del intérprete de Motel, Camila y la Acadamía perdió la vida por unas monedas que ni siquiera necesitaba. Y yo pensaba que ojalá éste no fuera nuestro último viaje.

agosto 12, 2009

Afuera del instituto

casi todos los días, una señora muy guapa coloca sus cazuelas, su hielera y termos, para vender tacos acorazados y refrescos fríos. Mis favoritos son los de milanesa de pollo y los de torta de papa. Doble tortilla, arroz rojo y rajas de chile verde en vinagre.

Dicen que el chile libera sustancias en el cuerpo humano que producen placer. Hasta parece albur, pero no lo es o quizá sí, pero no es el tema. Podría serlo en otra ocasión. Eso pensé cuando escuchaba la nota en el programa de radio porque ya quería que iniciar Satellite of Love de Lou Reed.

Con esa canción recuerdo un tiempo en que estaba enamorado: se llamaba Sara. Tenía la sonrisa más hermosa que he visto, aún con frenos en los dientes. Su hermosa cabellera llena de rizos oscuros me tenía siempre con la boca abierta. Ella no me miraba, yo digamos que mantenía un perfil bajo en el ambiente de popularidad de la escuela preparatoria.

Un día me hice el chistoso y logré que me sonriera. Al final de mi numerito, me acerqué, la miré a los ojos, tomé su mano izquierda y le pregunté su nombre (que yo ya sabía). Me presenté y le dije que almorzáramos juntos esa mañana. Hablamos de cosas simples, la escuela y al final, casi para despedirnos, le confesé que me gustaba desde que la vi y que ojalá un día, le diera una oportunidad a mi corazón. Sonrió y no dijo nada. Su sonrisa fue el mejor regalo.

Al día siguiente, en la escuela, luego de que pasé la noche pensando en Sara, me enteré de que la noche anterior, ella, sin ninguna explicación sufrió una "muerte fulminante".

Me dio mucho coraje con la vida. Así que a la mañana siguiente, salí a caminar en dirección a la montaña; caminé todo el día, sin sed ni hambre, sólo mucho coraje. El sol pasó por encima mío hasta que comenzó a buscar su propio refugio tras la bruma a lo lejos en el Valle Cuauhnáhuac.

Al fin, el cansancio me venció en la cúspide del Cerro de la Miel. Ahí, lloré por la desgracia de ser tan frágiles como humanos. Miré al cielo y además de la Luna, una estrella me miraba con cierta atención. Limpié mi rostro para evitar en vano que notara mi sufrimiento. Entonces, levanté mi rostro nuevamente para descubrir que la mirada tierna de esta estrella, despacio, se convirtió en la sonrisa de Sara. Y como en cuento de Hermann Hesse, tomé vuelo y me arrojé hacia la estrella para abrazarla. Nunca más se volvió a saber de nuestro amor.

agosto 06, 2009

Anoche veía un documental en Canal Once


sobre la vida y obra de Rodrígo González Guzmán, conocido como el mito de Rockdrigo. Aquel que murió de sobredosis de cemento el 19 de septiembre de 1985. Nacido en Tampico, Tamaulipas, luego avecindado en Xalapa, Veracruz, y finalmente muerto en el D.F.

Dicen que la muerte anda tras mis huesos.
Si es así la espero, pa´ darle sus besos.
Y si no me alcanza la muy condenada,
me paro un ratito pa´ verla enojada.

A mí me llegó su emoción por allá de 1994. Ya era el mito. Y yo entraba a la adolescencia. No entendía mucho, pero como dice su hija "sus rolas (de Rockdrigo, cabe aclarar), son habitaciones para el alma".

Cuentan que la muerte, va muy atareada,
llevándose viejos, también muchas chavas.
Que asusta a la gente, que asusta de veras,
pues viene y te lleva, aunque no lo quieras.

La vida de este personaje no es muy diferente a la de cualquier músico que sale de un barrio. Vivió rápido y se fue pronto. Empezó con sus rolas en los cafés de la zonaja rosa, sacando para lo indispensable. Luego fue el más pedido por la banda. Y después de muerto, se convirtió en leyenda.

La gente le teme; tal vez más que al diablo,
siente un gran castillo, cuando pobre está.
Y hasta cuentan dichos de sobrevivencia:
de espíritus locos que retan la ciencia.

El programa es retomado de una producción independiente realizada en 2003. Hay testimonios de los demás Rupestres, de Botellita de Jerez, fotógrafos y varios músicos más. La gente y las historias de Rockdrigo, como eso de que no está muerto, que vive escondido en Tepoztlán.

Dicen que la muerte, va muy atareada,
llevándose viejos, también muchas chavas.
Que asusta a la gente, que asusta de veras,
pues viene y te lleva, aunque no lo quieras.

Hay un testimonio curioso de un vampiro que dice que a él el temblor del 85, lo agarró poco antes de entrar al sarcófago. Dice: "comencé a sentir que el piso se movía, pero pensé que era por tanto que había bailado esa noche".

Más hay quien no teme, ni si quiera un poco.
Ya sea por estar cuerdo, o por estar loco.
Y si tú te acercas a los cementerios,
verás mucha gente haciendo misterios.

El programa terminó a la 1 de la mañana. Afortunadamente, desde hacía tres horas que estaba lloviendo y ya no hacía tanto calor. Me cuidé que no hubiera ningún mosco cerca, apagué la luz y quise dormir.

Cuentan que la muerte, va muy atareada,
llevándose viejos, también muchas chavas.
Que asusta a la gente, que asusta de veras,
pues viene y te lleva, aunque no lo quieras.
(dicen que la muerte, rockdrigo).

Entre sueños, apareció ante mí, un pedazo de papel blanco que flotaba y se movía un poco, casi llevado por el viento, hacia la ventana de lo que supuse, era una recámara. Ajá, es un departamento donde viví en 2003 en el Distrito Federal, allá por la colonia Narvarte. Entre Amores y Cuauhtémoc.

Me acerco a la ventana para tomar el pepel y me sorprende la ventana abriéndose de par en par. Unas cortinas blancas alcanzan a tocar mi rostro. El papel de pierde en el resplandor de no sé qué cosa, doy un paso hacia atrás... otro más... Despierto. Me levanto a beber agua. No tengo sueño, son las 3 de la mañana. Me rasco la barba, pongo musica a bajito bajito volumen.

Cabalgo sobre sueños, innecesarios y rotos
prisionero iluso, de esta selva cotidiana.
Y como hoja seca, que vaga en el viento
vuelo imaginario, sobre historias de concreto.

Navego en el mar, de las cosas exactas
voy clavado en momentos, de semánticas gastadas.
Y cual si fuera una nube, esculpida en el cielo
dibujo satisfecho, mis huellas en el invierno.

Ya que yo, no tengo tiempo de cambiar mi vida
la máquina me a vuelto una sombra borrosa
y aunque soy la misma tuerca que ha negado tus ojos
sé que aun tengo tiempo para atracar en un puerto.

Camino automático en una alfombra de status
masticando en mi mente, las verdades mas sabidas.
Y como lobo salvaje, que a perdido su camino
he llenado mis bolsillos con escombros del destino.

Sabes bien que, manejo implacable mi nave cibernética
entré a aquel laberinto, de los planetas muertos.
Cual si fuera la espuma, de un anuncio de cerveza
una marca me ha vendido ya la forma de mi cabeza.

Ya que yo.....